El Ministerio del Interior de España ha informado a través del Cuerpo Nacional de Policía de un grave problema de seguridad en el certificado electrónico del DNI electrónico (DNIe). Eso ha provocado una reacción inmediata: se ha desactivado la funcionalidad de los certificados digitales de parte de los actuales DNIe.
EL problema se ha detectado tras descubrirse que las mismas vulnerabilidades se habían presentado en Estonia, donde este documento es parte integral de todo el funcionamiento de sus servicios y donde se han desactivado más de de 750.000 certificados digitales para evitar males mayores. A continuación te explicamos si estás afectado, cuál es el origen del problema y qué hacer para solucionarlo lo antes posible.
El ejemplo estonio
La situación en Estonia es más preocupante por la dependencia que los ciudadanos de ese país tienen de su documento de identidad electrónico. Como explicaba un ciudadano de ese país en los comentarios de un artículo en Ars Technica, hace apenas un mes que se produjeron allí las elecciones municipales, que podrían haberse visto comprometidas por el uso del voto electrónico, que se uso más que nunca en dicho país.
El mes pasado Estonia advirtió que 750.000 identificaciones digitales emitidas desde 2014 eran vulnerables al ataque. La primera medida preventiva que han tomado las autoridades es cerrar la base de datos de claves públicas, es decir, los ciudadanos no pueden realizar ninguna firma digital de momento.
Como explicábamos hace unos días (ROCA) , la vulnerabilidad se encuentra en la librería ampliamente utilizada en este ámbito. Debido a este problema un atacante podría calcular la porción privada de una clave vulnerable usando tan solo la porción pública.
Diversos investigadores han dado con la forma de averiguar la clave privada basándose únicamente en la clave pública de un usuario. No ataca a todo el cifrado RSA-2048, tan sólo a las plataformas que hacen uso de él mediante la librería del fabricante Infineon. El cifrado RSA cifra el mensaje en números y para descifrarlo se requiere de dos números primos elegidos al azar. Pero para agilizar el proceso la librería de código de Infineon construye los números primos subyacentes a las claves, de manera que se hacen propensos a un proceso de factorización que desvela esos números primos.
Eso daría lugar a que un atacante acabara pudiendo suplantar la personalidad de la víctima para descifrar datos sensibles, ocultar software malicioso en software firmado digitalmente o superar la protección basada en estos sistemas. Dicha librería software fue desarrollada por el fabricante alemán de chips Infineon, y según los estudios ha estado generando claves débiles desde al menos 2012.
Ese problema causó que el gobierno de Estonia indicara que más de 750.000 documentos de identidad electrónicos eran vulnerables a este ataque. Eso provocó la desactivación de los certificados digitales para evitar el abuso de esta vulnerabilidad, tal y como explicaba Kaspar Korjus, máximo responsable del departamento estonio de «Residencia electrónica» que gestiona estos documentos.
El primer ministro de Estonia, Jüri Ratas, explicaba cómo el peligro descubierto no se limitaba a los documentos de Estonia, sino que esa vulnerabilidad estaba presente en otros muchos sistemas y documentos en diversos países que usan los chips del mismo fabricante.
Korjus explicaba que no se conocen casos de mal uso de esos documentos o de que se hubiese aprovechado el fallo de seguridad, y en este departamento del gobierno estonio están actualizando la seguridad de sus documentos con un nuevo sistema de cifrado de curva elíptica que «es más seguro y rápido que los certificados SSL que se usaban previamente».
La vulnerabilidad podía ser aprovechada para esa suplantación de identidad de forma realmente sencilla a través del llamado ROCA (Return of the Coppersmith Attack). Los expertos que analizaron el problema estimaron que alquilar un servicio en la nube para romper una clave vulnerable de 1024 bits llevaría 25 minutos y 38 dólares. Romper una clave de 2.048 bits costaría mucho más: 20.000 dólares y nueve días de cálculos en esos servicios
Algunos investigadores estiman que el coste podría ser muy inferior a través del uso de tarjetas gráficas para realizar esos cálculos. Las claves más comunes son las de 2.048 bits, y romper esas claves con un sistema basado en varias GPUs se podría hacer en apenas unas horas según los expertos, además de reducir el coste de forma notable a apenas algunos cientos de dólares.
Los proveedores de chips inteligentes que utilizaban estos sistemas de seguridad han tratado de rebajar el estado de alarma. Los propios responsables de gobierno estonio indican que aprovechar el ataque sería «complicado y nada barato», y que usarlo por ejemplo para usarlo en fraudes a gran escala en votaciones electrónicas no sería asumible. El fabricante holandés de chips inteligentes Gemalto también ha indicado que solo sus tarjetas IDPrime.NET podrían estar afectadas, pero no ha dado muchos datos sobre cómo solucionarlo.
Los análisis del problema abundan en la comunidad de expertos en seguridad informática. Dan Cvrcek, de la consultora Enigma Bridge, avisaba de los peligros del uso de este tipo de chips, e indicaba que aunque las soluciones de la actualización de su firmware —como la que proponen el gobierno estonio y nuestro Ministerio del Interior— son válidas, el problema puede persistir.
De hecho, como como nos comentaba Román Ramírez (@patowc), experto en seguridad tecnológica y co-organizador de la conferencia RootedCON, pueden desvelarse otros vectores de ataque en el futuro que sigan poniendo en peligro a estos chips y a los documentos que los utilizan. La solución pasaría por sustituir el hardware de base, pero lógicamente eso es como también indicaba Cvrek mucho más complejo… y muchísimo más caro.
Fuente: Segu-Info
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